29 de mayo de 2019

PAUTA REUNION DELEGADOS PASTORAL, MIERCOLES 29 DE MAYO 2019


(Se entregará a cada delegado uno de cuatro símbolos para colocar nombre y armar grupos)
Bienvenida
Nos ponemos en la Santa presencia de Dios
¡Adorémosle!
Canto:Al Espíritu Santo
Presentación:De la comisión y los delegados, nombre y curso.
Dinámica:Para saber cuánto sabemos acerca de nuestro fundador "San Juan Bautista De La Salle", se armaran dos grupos, y de a uno y al mismo tiempo, deberán reventar un globo que contendrá una pregunta y tendrán que responder escribiendo en una pizarra, el grupo que en mayoría conteste correctamente será el ganador.

Breve reseña de nuestro Fundador, su historia, celebración de los 300 años y símbolos  que se están utilizando para este año. 
Han pasado 300 años desde la muerte de San Juan Bautista de La Salle, fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas; y con este motivo el Papa Francisco ha concedido el “Año Jubilar Lasallano”
La Salle nació el 30 de abril de 1651 en Reims (Francia), y murió el 7 de abril de 1719 en Ruan, también en Francia.
Parte del legado de San Juan Bautista de La Salle fue la introducción de la enseñanza grupal de los niños, acercando también la educación a los más necesitados. También promovió un nuevo modelo educativo con más caridad, ya que por entonces la educación se caracterizaba por los castigos físicos. El Fundador de las Escuelas Cristianas animó una formación guiada por el amor a Dios, inculcando las enseñanzas cristianas, el amor al prójimo, y dándole gran importancia a la oración. Una herencia que hoy perdura en los 5 continentes donde está presente la Familia Lasallista.

Fue canonizado en 1900 por el Papa León XIII y proclamado por Pío XII “Patrono de todos los educadores católicos”.
Este año jubilar será un “don de nueva energía para una gran renovación”.
Queremos comprometer nuestro corazón para renovar el sueño de San Juan Bautista de La Salle, asumiendo el compromiso de redescubrir nuestro carisma y de comunicarlo al mundo, con fe y fraternidad, al servicio de una vida fecunda y compartida en nuestras comunidades, con la Iglesia y las demás fronteras. Y con el compromiso de vivir el Evangelio y la Misión Lasallista, unidos con un solo corazón, una sola vida, que es justamente el lema que identificará el Jubileo.
Lectura Bíblica del Evangelio de San Juan 21, 1-19 (Video)

Jesús resucitado se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así: estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar». Ellos le respondieron: «Vamos también nosotros». Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada. Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era él. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo para comer?». Ellos respondieron: «No». Él les dijo: «Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán». Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: «¡Es el Señor!». Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua. Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla. Al bajar a tierra vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y pan. Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar». Simón Pedro subió a la barca y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: «Vengan a comer». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres?», porque sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos. Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?». Él le respondió: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos». Le volvió a decir por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». Él le respondió: «Sí, Señor, sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas». Le preguntó por tercera vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas. Te aseguro que cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras». De esta manera, indicaba con qué muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo: «Sígueme». 
Palabra del Señor.
Explicación lectura y contexto
Trabajo grupal: Cada grupo contestará dos preguntas
1- ¿Qué contestaríamos si Jesús nos preguntara hoy………. Me amas? (misma pregunta para todos los grupos)
2- ¿Qué te dice Jesús en el sigte. párrafo?: "tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán"
3- ¿Qué te dice Jesús en el sigte. párrafo?: "Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciño la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiro al agua"
4- ¿Qué te dice Jesús en el sigte. párrafo?: Eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió, Jesús les dijo: "Vengan a comer"
5- ¿Qué te dice Jesús en el sigte. párrafo?: "Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Quién eres?"
Plenario
– La pesca durante toda la noche sin éxito, y la pesca milagrosa cuando aparece Jesús, nos dan a entender que es sólo él quien da sentido a nuestros éxitos.
– La intuición del discípulo amado, que es el primero en darse cuenta (después se dirá que todos se dan cuenta, pero él es el primero), nos indica que entre los cristianos puede haber personas concretas con sensibilidad especial, o con «carismas», que nos pueden ayudar a los demás a encontrar a Jesús. En la Iglesia todos tenemos nuestra misión, cada uno la suya, y lo más hermoso es que seamos capaces de complementarnos, de enriquecernos mutuamente, y no que nos dediquemos a criticar a los que no piensan exactamente como nosotros.
– La rapidez de Pedro en lanzarse al agua, y el diálogo en el que Jesús le pide que pastoree a sus ovejas, es también un símbolo de su misión propia, la de fortalecer la unidad de Iglesia, al mismo tiempo que valora la riqueza de su diversidad. Es una misión muy difícil la de Pedro.
– La red que no se rompía, significa que la Iglesia es capaz de acoger dentro de sí a multitud de gentes y de personas diversas, y, aunque parezca difícil, las diferencias son posibles y enriquecedoras, si todos somos conscientes de que es Jesús quien nos une.
– Hasta el número de peces: 153, es simbólico. Es una extraña combinación que sugiere la totalidad de los pueblos, la humanidad entera; ya que los cristianos estamos llamados a anunciar a todos sin excepción el evangelio.
-Pedro es el protagonista del final del evangelio de Juan. Él es como un modelo de discípulo, de seguidor de Jesús, de cristiano. Pero no es un cristiano ideal, como no lo somos ninguno de nosotros. Él también ha tenido momentos de duda, y hasta llegó a negar a su Maestro. Cualquier cristiano, también nosotros, ha tenido la experiencia de fallarle a Jesús, de negarlo, de abandonar el camino de amor que él nos marca para explorar otros caminos que no llevan a la felicidad auténtica. Todos somos pecadores. Pero Jesús no le recrimina a Pedro sus negaciones, sino que le pregunta ahora si «le quiere». Esa pregunta va dirigida también a nosotros; Jesús te dice hoy, ¿me quieres?
Es una pregunta que interpela, que no puede quedar sin respuesta.
No valen evasivas ni dudas.
Es una pregunta que nos debe hacer pensar en nosotros mismos, que nos puede ayudar a repasar nuestra vida y observar aquellos momentos en que sí hemos querido a Jesús y aquellos otros en los que nos hemos apartado de su mensaje.
Seguro que en nuestra vida hay muchos momentos de entrega, de sacrificio, de ofrecernos por otras personas. Quizá en esos momentos no somos conscientes, sobre todo si hacemos un sacrificio por alguien a quien queremos, y hasta puede que nos cueste poco esfuerzo. Pero, aunque no lo pensemos, estamos amando también a Jesús en esos momentos.
Porque querer a Jesús, para un cristiano, no es algo distinto de vivir la vida cotidiana amando a los demás. Hay algunos gestos que sí son necesarios, como dedicar algún rato del día a la oración, o participar en una comunidad cristiana, especialmente en la celebración de la Eucaristía, que es un momento fuerte de encuentro con Jesús, además de con los hermanos. 
Antecedentes de cómo realizar la reflexión, tiempo y recursos a utilizar.
En la sala poner siempre un Altar, duración 10 minutos, utilizar recursos como videos o canciones, hacer participar a los apoderados. Realizar algo lúdico de alguna parte de lo realizado en esta reunión. 
Oración: Ave María
San Juan Bautista De La Salle
¡Ruega por nosotros!
Viva Jesús en nuestros corazones
¡Por siempre!

24 de mayo de 2019

REUNIÓN DELEGADOS DE PASTORAL, miércoles 29 de mayo

Ustedes no me escogieron a Mí, sino que Yo los escogí a ustedes, y los designé para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; para que todo lo que pidan al Padre en Mi nombre se lo conceda.”    (Juan 15: 16)                                                                                                         

Estimados Delegados de Pastoral:
Que misión más hermosa, gratificante y desafiante es seguir a Jesús y cuanto más aun es mostrarlo a nuestros hermanos.
Bienvenidos todos a participar como delegados de pastoral, les damos nuestra cordial acogida, juntos todos seguiremos este caminar en cada reunión, a lo cual les invitamos para la primera que tendrá lugar en la capilla chica del colegio este miércoles 29 de mayo a las 19:15 horas.
Un abrazo fraterno en Cristo, con María y de La Salle

Comisión Pastoral de Padres
Santiago, mayo 2019